Beneficios en el desarrollo de la lectura de literatura

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Muchos preadolescentes disfrutan de recoger un libro o una revista de vez en cuando. Algunos preadolescentes son apasionados de la lectura y de las historias que les gustan. 

Pero la lectura de literatura puede ayudar al desarrollo de su hijo adolescente de varias maneras, incluyendo la académica, la cognitiva, la social y la emocional. 

A continuación, encontrará algunas razones por las que puede animar a su hijo adolescente a abrazar la lectura y ayudarle a que la lectura le resulte divertida.

  • Beneficios académicos 

Tendemos a centrarnos en la importancia de la instrucción de la lectura durante los primeros años de la infancia. En realidad, los preadolescentes continúan desarrollando activamente su habilidad para leer. 

Los estudios muestran que la mayoría de los preadolescentes luchan con la comprensión de la lectura. Además, todavía se están familiarizando con los patrones de palabras comunes y los significados de las palabras.

Dado que las habilidades de lectura son de vital importancia para sobresalir en todas las demás asignaturas, desde historia hasta ciencia y matemáticas, los preadolescentes deben seguir expuestos a la literatura de alta calidad para desarrollar sus habilidades de lectura.

La literatura elegida adecuadamente ofrece suficientes palabras que un preadolescente ya conoce para evitar la frustración, al tiempo que introduce suficientes palabras nuevas para ampliar el vocabulario del preadolescente en particular. 

Esto significa que la literatura se elige mejor para el nivel de lectura de un individuo que para un grupo. Como la mayoría de las lecturas escolares no se asignan individualmente, esté alerta a los signos de frustración o aburrimiento de su hijo preadolescente. 

Cualquiera de las dos es una señal de que puede querer intervenir y complementar la lectura escolar requerida con literatura más apropiada para el nivel de habilidad e intereses de su hijo preadolescente. Hacerlo les ayudará a desarrollar su máximo potencial académico y a adoptar la lectura de literatura.

  • Beneficios cognitivos 

Un beneficio cognitivo clave de la lectura de literatura es el desarrollo de las habilidades de razonamiento. Los preadolescentes suelen creer que hay “una verdad” en el mundo que no se ve afectada por prejuicios o perspectivas personales. 

Aceptan la información que les proporcionan los expertos -incluyendo padres y maestros- y que ellos mismos experimentan con sus propios sentidos. Este tipo de razonamiento es menos avanzado que el de los adolescentes mayores y los veinteañeros, que se dan cuenta de que la verdad es relativa y varía de una persona a otra.

  • Beneficios sociales y emocionales

¿Ha escuchado alguna vez una conversación que su hijo haya tenido sobre un libro favorito o una serie de libros con un amigo? La lectura de literatura también ayuda al desarrollo social y emocional. 

Por un lado, los personajes de los libros de alta calidad a menudo representan diversos orígenes, incluyendo diversos medios económicos, diferentes razas y etnias y regiones únicas del país o del mundo. Los personajes diversos exponen a los lectores a mundos que un típico adolescente americano nunca llega a experimentar de primera mano.

La exposición a la diversidad puede contribuir a la empatía de los preadolescentes por los demás, a la tolerancia por la diferencia y al desarrollo de la sensibilidad emocional.

La exposición a diversos antecedentes y perspectivas también puede ayudar a los preadolescentes a ir más allá del egocentrismo adolescente, lo que a su vez beneficia sus interacciones con sus pares, maestros y padres.

Por último, la lectura de literatura puede ampliar el rango emocional de un preadolescente. La literatura de calidad extrae naturalmente una variedad de emociones fuertes de los lectores – incluyendo la rabia, el dolor de corazón y la pérdida. 

Es posible que algunas de estas emociones nunca hayan sido experimentadas anteriormente por los preadolescentes. Por lo tanto, la lectura de literatura le da a los preadolescentes la oportunidad de lidiar y procesar emociones fuertes en un ambiente seguro sin sentirse abrumados por las emociones. 

Esto les ayuda a prepararse para futuras situaciones del mundo real – como la muerte de un abuelo o una enfermedad grave de un amigo – que provocarán reacciones fuertes similares.